«otra vez el çerco sobre ella: y embiar a requerir fartas vezes al conde que saliesse a se dar siquier de·la lança con·el y no poner tan en oluido su honrra: mas todo fue por demas que nunca el conde le quiso acudir: mas callo como avergonçado: y puso se a guardar la ciudad: que ahun dentro d·ella no se tenia por muy seguro: mirar deuen por·ende los caualleros de honor»