«corrieron el campo y leuaron consigo vna gruessa y terrible caualgada: luego que el rey don Alfonso lo supo sin mas detener·se mando caualgar: y partio para ellos: y a jornadas contadas leuo tanta priessa que nunca folgo fasta llegar con·ellos. Y en llegando firio en·ellos tan poderosa y denodadamente que todos los barrejo desbarato y saco del campo: cobro toda su caualgada que ni ahun cordero no se le perdio:»