«natural lo suyo no demandase: a·la senyora dixera. Pues el tiempo da lugar que vuestro mando se·cunpla escoia vuestro discreto saber la deliberaçion que en este caso a·tomar se·tiene: porque vos mandando y nosotros obedeçiendo con mas perfeçion nuestras obras parezcan. Mas la senyora entre temor y amor no sabia remediar sus males: mas a·la fin muy atrjbulada regando con lagrjmas de viuo amor su delicada cara dixo. Pues Fortuna»