«santamente que los hombres pratican. Si en esta parte, pus que sola sabiesa preualesen, en qual se deurian llamar fallescidas. Queres por ventura dezir que a ellas principalmente asignada la virtut de castidat siguiendo el veneroso amor offender aquella. No niego yo, maldiziente, que en esto no yerren mugeres, mas nj vosotros a mj que vnos por desalte, o por honestat refusados, otros por naturales deffectos o por ansiana edat jndispostos»