«profundo aspero angosto lleno de piedras el qual passamos quedo a quedo por ser peligroso. A·drecho de nos se presentaua el monasterio de·la señora martyr Catherina puesto en·las faldas del monte Syna de cuya vista nos fue offrecida gran alegria porque muchos dias eran passados sin ver nuestros ojos alguna morada: y entonce vimos el fin por donde nuestro desseo ya se cumplia. § Despues de llegados al monesterio y por los monjes bien recebidos y»