«e avida por persona de buena e religiosa vida. Ellas fablando entre si: vio aquella casta muger como lloraua aquella perrilla: e pregunta de·la causa de su lloro. La vieja aguzando sus engaños le dize. O amiga muy amada non quieras renouar mis dolores: faziendo me contar la causa de·las lagrimas d·esta perrilla: por que en·ello hauria mi coraçon tanto dolor que podria ser que ante que acabasse de contar»