«que ayas menester de fablar, que tienpo ay de callar, e tienpo de parlar. Tanto deues tu callar, fasta que los otros oyan tus palabras, que Ihesus Sidrach dize no derrames tus palabras alla donde no son oydas, ni muestres tu seso por fuerça, que esto es asy como esturmento en casa de duelo. Salamon dize: avn tu no deues responder fasta que la demanda sea finida; qu·el mesmo dize:»