«en llama llorosa y triste, mas vosotros señores de cuya sentencia nuestra redenpcion esperamos porque en males tan notorios daes lugar a la simpleza de mis flacas razones que en dizir·las hago menores sus maldades, ante que me oyesedes las teniades, no sea agora este tan dichoso que por mengua de mj saber no quede por mas malo de quanto yo digo pues que sus males abeys·los de entender con el alma como los secretos del»