«le en vuestras manos teneys la muerte o saluacion de vuestras vidas las quales si ariscays a vosotros queda el cargo y culpa de vuestra omicida, a quyen como muertos desde agora vos lloramos. § El auctor. § Despedida y oyda la habla por los caualleros defensores de Amor replicaron aquella con tan grande esfuerço como gentes sin necessidad alguna, y entre vnos y otros tan rotamente en palabras se desonestaron que por la honra de todos es bien»