«di me primero la causa de tu turbacion: e que mal has avido. El marido le reconto todo el caso de su desauentura. Dize ella: dexa me mi amado señor que repare e confirme el tu ojo sano por vna manera e arte que yo se: en forma que d·ese otro ojo quebrado e dapñado non se te perturbe e dapñe segund que muchas vezes acaesce: e porque assimesmo los mis ojos non»