«que quiere dezir, por la qual cosa deue primeramente hordenar e disponer su persona, esto es, que tenga la cara derecha e que non la tuerça cosa ninguna, los sus labrios tenga seguros, e firmes los ojos en vn lugar, nin mucho inclinados en tierra, mas en buena manera segun el tienpo recresca, e non deue ninguna cosa mouer la cabeça, nin estreñir las espaldas, nin señalar con las manos,»