«demandaron noche, y los otros quisieron el dia, y en los muros de vna ciudad a los vnos aconpanyauan las tinieblas y dançauan con hachas y los otros por las huertas en el claro dia faziendo guyrlandas de flores olorosas de su propia voluntad sallidas de·la tierra, asi que las cosas de sus plazeres no abian menester de·las pidir por lengua sino pensar·las la voluntad, y asi como quando Dios crio el mundo luego»