«soys de Dios ne del mundo / con el rostro rabicundo / y el çeço no muy profundo / segon pareçe la gente. § Si de vobis s·enamora / alguna desuenturada / pensar puede la peccadora / que luego sera oblidada / que quien açi ha dexada / la fe de nuestro Senyor / deixara la del amor / car quien a Dios es traydor / si sera a su enamorada. § Credatis mi buen conseyo / torna·us a·»