«y del ayre tomasse el aliento que le ministrasse el respirar y resollo: y de·la tierra tomasse la carne que le ministrasse los apetitos. Dio le assi mesmo tan marauillosa forma y proporcion. E puso le el ombligo en medio del del cuerpo como centro y punto de su statura: de manera que tanto houiesse del dicho ombligo hasta encima de·la cabeça como d·el abaxo hasta la punta del pie. E tanto del»