«pues delecta al pensamiento la grandeza de·los gualardones: no se espanten de·la pelea: e contienda de·los trabajos. Ca a·los grandes gualardones no puede el hombre llegar: sino por medio de grandes trabajos. Onde Paulo egregio predicador dize. No sera coronado sino el que reziamente peleare: e segun la ley del euangelio. Ca todo hombre recibira el propio gualardon segun su trabajo. Mas hay muchos: que no queriendo»