«quando la reyna Ieçabel supo como su Achab estaua muy triste fue alla luego y entendiendo ella el caso reprendio le mucho de ciuil y poco y puso remedio en tal manera: embio mandamiento al juez de Israel que ordinasse vn gran ayuno donde dixiessen dos falsos testigos que hauia dicho siquier blasfemado de Dios y del rey y que le matassen: ca de otra suerte no le podieran assi acabar por que el Naboth era generoso y»