«pelear otro dia: que tanta era la morisma que quedaua en·el campo que ahun podieran pelear otra vez: sino que el espanto fue tan grande que no se atreuieron a esperar la mañana: mas con·la engañosa escuridad de·la noche se remediaron con·el fuyr: de manera que los nuestros no supieron que fazer se: porque el rey como cauallero del campo mando recoger su gente: catar los feridos recrear los cansados:»