«otras ciudades: y fizo vasallo suyo al rey don Remiro: ni paro fasta que le beso la mano como a señor: deuieran pensar los que tal escriuieron que los fechos de·los reyes no pueden passar tan a escuras que publicas y autenticas escripturas entre ellos no passen: y que puesto que se pueda por algun tiempo solapar la verdad que a·la postre sepultar no la pueden: lumbrosa es la verdad y no ama rincones»