«la morisma aterro: y toda quedo tan asombrada y perdida: que passados treynta mil moros en la batalla murieron: quarenta mil scriue el rey mismo que fueron: en·el preuilegio que a·la yglesia mayor de Huesca otorgo: y murieran asaz cristianos que en fauor de·los moros vinieron: sino que la clemencia del magnanimo vençedor venturoso templo la vengança de su espada tan victoriosa: quedaron los otros moros tan embueltos en sombra de»