«los quales las damas y caualleros de·la otra vida responden, que por ninguna cosa del mundo la muerte d·este su enemigo no perdonarian, y antes ellos mesmos se dexarian morir que mas al Amor la vida le otorgassen y dieron esta su final intencion. Los amantes biuos muy confusos y tristes quedaron no supieron que remedio se dar porque contra tantas gentes forçar no pudian, mas la grand necessidat y tristeza en que eran venidos»