«que tanto daua y el respondio que ninguno deue triste partir ni descontento delante la cara del principe real. Este destruyo a Hierusalem la vez ya .v. y entro en Roma con·el triumpho puesto en·el carro con su padre y Domiciano hermano menor luego despues d·ellos encima de vn cauallo blanco: de cuyo tiempo el historiador Josepho judio que fue presente dize que delante del carro leuaron muy gran despojo de·los judios y las antiguas»