«tan justo y a nosotros tan malos que contra toda razon te siguamos, mas pues quyeren que nos oyan plaze·me que oyan. Digo pues Cupido quyen sino tu das fauor a las ignocentes donzellas robar los averes del padre y hir·se a perder con estranyos hombres donde tus malos consejos las guyan, a las casadas dexar maridos honrados y hijos, y como ciegas, quieren tu breue plazer por pena que siempre dura. O»