«que luego saliendo encima de tierra los peregrinos a cadaqual de ellos llaman por los ciertos nombres de sus padres y los escriuen despues los ponen en la spelunca fasta que acuerdan con el patron todo el precio que ha de pagar qualquier peregrino por la saluaguarda. Mientra que stan assi encerrados los peregrinos llegan a·la puerta vnos cristianos de·la cintura los quales tienen la fe de sant Paulo y estos les venden las prouisiones que han menester»