«otras eran y son obligadas de obedescer, y porque tu señor como dios fauoresciendo a ellas y haziendo conoscido agraujo a nosotros los tiempos passados ha estado nuestra justicia muerta, mas agora que ante tu persona nos vemos en pago de nuestros seruicios otra merced no te pidimos saluo que asi como en todas las cosas somos señores que en casos de amar no nos hagas sieruos, y la maluada costunbre vsada mucho en danyo y perjuyzio nuestro»