«stouo en aquel mismo lugar que se puso. Con este descuydo y poca virtud mientra que por mar no dio la flota señal de socorro el perfido turco dublo las fuerças de su coraçon mando ayuntar sus caualleros y con palabras muy animosas los esforçaua: ordeno combate prometio mercedes y dadiuas grandes a quien primero subiesse el adarbe: tan encendida hizo la gente con sus sermones que dada la prissa del combatir duro por dos dias y noches»