«con su vida y sangre de tanto precio. Recibio finalmente las reales cartas el conde: y paro·se de que las vido: mas como andaua ya encarniçado en matar no touo tiento ni para les responder ni menos para mandar a su gente que se midiessen en·lo que fazian: houo a·la postre tanto a desconoçer que ni mirando a·los homenages que hauia prestado que le obligauan como a vassallo a siempre mejorar y nunca»