«.xviij. millas. Entonce nacio tal alegria por nuestra flota que alabando a Dios y la virgen preciosa su madre hauia cantares y estrumentos con tantas trompetas que todo el mar era sonido: en·esto la noche se nos allego para empacho de nuestro buen viento porque a mano yzquierda estaua el monte de Malea y de·la otra el mar toda llena de rocas y peñas: assi no hallando puerto seguro los gouiernadores luego amaynaron todas las velas»