Presentación

El Diccionario del castellano del siglo XV en la Corona de Aragón (DiCCA-XV), resultado de la tarea filológica del Grup d’Història i Contacte de Llengües (GHCL)1 de la Facultad de Filología de la Universidad de Barcelona, se ofrece a la comunidad investigadora con la intención de suscitar y facilitar posteriores análisis sobre una modalidad lingüística, el castellano usado en la Corona de Aragón, y un periodo, el siglo XV, que, como consecuencia de la convivencia con el catalán y el aragonés, por una parte, y de las innovaciones latinizantes que llegaban desde el reino de Nápoles, por otra, es de trascendental importancia para el estudio del paso del castellano medieval al renacentista.
 

Partimos siempre de manuscritos o de incunables escritos o publicados en la Corona de Aragón durante el siglo XV, y transcritos directamente del original conservado. En las transcripciones, respetamos las grafías y la puntuación del original, pero desarrollamos las abreviaturas, regularizamos el uso de mayúsculas en los nombres propios y separamos con punto volado las formas aglutinadas (incluidos los pronombres enclíticos) a fin de facilitar su análisis.

El corpus, formado por obras originales y traducciones, consta tanto de textos literarios como de textos no literarios, con
2.234.436 ocurrencias. Todos ellos se han incorporado íntegramente, excepto en el caso de los Cancioneros, de los que hemos seleccionado solo las obras de autores aragoneses o del entorno cortesano de Alfonso el Magnánimo.

Se analizan todos los términos del texto, incluidos los nombres propiosSin embargo, la información de una entrada del DiCCA-XV presenta características distintas según se trate de unidades del vocabulario o de la onomástica.


 

Criterios lexicográficos

 

1. Para el vocabulario general, la estructura se organiza a partir de los siguientes datos:

1.1. El lema de cada una de las entradas del diccionario aparece en primer lugar. En los casos de homonimia, cada uno de los lemas aparece acompañado de un superíndice.

1.1.1. El lema agrupa las distintas formas que puede presentar un término en virtud de su estructura morfológica, de acuerdo con la tradición lexicográfica: género y número en los elementos nominales (determinantes, sustantivos y adjetivos), y modo, tiempo, persona y número en los verbales. En los pronombres personales, sin embargo, atendiendo al carácter gramatical de la variación de caso, agrupamos las formas de nominativo, acusativo y dativo bajo un lema único.
1.1.2. La forma del lema corresponde a la grafía actual. Pero también se pueden hacer búsquedas a partir de las variantes medievales, en este caso lematizadas de acuerdo con la norma gráfica de la época (con ausencia de tilde, diéresis, etc.). 

1.1.3. Bajo un mismo lema se agrupan también todas las variantes formales del vocablo, fonéticas y gráficas (alternancias artificio / arteficio, banyar / bañar / vañar, barca / barqua, bermejo / mermejo, bisahuelo / visaguelo, breviedad / brevedat / brevidatburla / bulracevil / civilcobrir / cubrir, coraçon / corazon, cosa / cossa, deffuncion / defunsion, ideota / ydiota...), siempre que presenten una misma historia etimológica y, en el corpus, las mismas características morfológicas y un mismo valor semántico.

Los sustantivos masculinos o femeninos con el rasgo [+animado] y con formación de género regular en romance (ayo -a, emperador -ora) tienen una entrada única, y se marcan con la función de sust. masc./femEn cambio, los femeninos irregulares que derivan directamente duna forma latina tienen entrada independiente (dea, emperatriz).
Cuando en la formación del término intervienen diferentes morfemas derivativos (aclarecer / esclarecer, descomulgar / excomulgarcalor / calura, carnoso / carnudo, descontentación / descontentamiento...), o bien cuando responde a procesos distintos —voz popular, cultismo o préstamo— o su evolución es propia de un sistema distinto del castellano —catalán, aragonés— (coger / collir / collegir, canónigo / canonje) cada uno de ellos tiene entrada como lema independiente, y se da constancia de la existencia de la variante léxica en la ficha correspondiente.

Los diminutivos y aumentativos no lexicalizados (boca / boquica, poco / poquito, alto / altísimo) se consideran variantes formales del lema, siempre que partan de la misma raíz léxica. En cambio, presentan entrada independiente cuando en su formación intervienen radicales distintos (agudo / acutísimo). También en este caso, se da constancia de la variante léxica en la ficha correspondiente.

1.1.4. Las locuciones latinas, destacadas en cursiva, aparecen globalmente en una entrada única, ordenadas por el primer elemento (ab intestato, ipso facto). Las locuciones castellanas, en cambio, aparecen agrupadas bajo el lema correspondiente al término considerado núcleo de la expresión, independientemente de su posición (por amor de, en ayunas, de baldebien que, boca ayuso, censal muerto). Las locuciones verbales se agrupan bajo el lema correspondiente al nombre o al adjetivo que contienen (dar alas, perder la cabeza, haber a corazón, hacerse fuerte). Finalmente, las frases proverbiales se agrupan bajo el lema del primer término léxico que contienen (no te metas entre cebolla y su cuero; si te dieren la cabrilla acorre con tu soguilla).

1.2. Se cita sucintamente la etimología propuesta en el Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico (DCECH) por J. Corominas (con la colaboración de J.A. Pascual). En el caso de algunos catalanismos, partimos del Diccionari etimològic i complementari de la llengua catalana (DECLE), también de Joan Coromines y, ocasionalmente, del Diccionari català valencià balear, de Alcover-Moll. Y para los arabismos tenemos en cuenta los datos del Diccionario de arabismos y voces afines en iberoromance (DA), de Federico Corriente.

Se reseña la fecha de la primera documentación en el corpus, la de la primera documentación citada en el DCECH i la de la primera documentación fiable del CORDE. Cuando el término no aparece en el DCECH, o bien (como ocurre en numerosos derivados) no se cita la fecha de primera documentación, aparecen los signos “Ø” o bien “s.f.”, respectivamente, en el lugar correspondiente.

1.3. Cuando el término aparece en los diccionarios de Nebrija —en la parte castellana de la primera edición del Lexicon o Dictionarium ex sermone latino (BNM. INC/1778(1): Nebrija Lex1. 1492) o como entrada del Dictionarium ex hispaniensi in latinum sermonem o Vocabulario español latín (BNM. INC/1778(2): Nebrija, Voc1. ca. 1495), coetáneos de nuestros textos—, se reproduce la entrada correspondiente. Cuando se trata de términos que solo aparecen en el Lexicon como lema latino, este aparece precedido de asterisco. Cuando la palabra no figura como entrada en el Vocabulario, pero aparece en la definición de otro término, se reproduce la entrada correspondiente.  Y también se facilita información cuando se trata de un término añadido o suprimido en la segunda edición del Vocabulario (BC. Res.696-4: Nebrija, Voc2. 1513), o bien cuando en la parte castellana de este diccionario hay alguna modificación o cambio de criterio ortográfico. 
1.4. Se ofrece, además, un listado de todos los términos del corpus relacionados a partir de una misma base etimológica.

1.5. Se proporcionan asimismo datos relacionados con la frecuencia absoluta y relativa del vocablo en nuestro corpus.

1.6. Se especifican todas las variantes formales y las locuciones, con expresión, entre paréntesis, del número de ocurrencias de cada variante. 

1.7. También se especifican todas las formas gramaticales (por orden alfabético), con el número de ocurrencias de cada una de ellas entre paréntesis.

1.8. Finalmente, se definen las distintas acepciones del vocablo.

1.8.1. Para cada una de las acepciones se especifica su función y sentido, establecidos siempre a partir del uso real en los textos.

1.8.1.1. En las definiciones de las unidades léxicas, hemos procurado partir de términos hiperónimos que faciliten las posteriores búsquedas de voces relacionadas semánticamente.

1.8.1.2. En el caso de los sustantivos, diferenciamos entre sustantivos que presentan variación de género en relación con ciertas características del referente (amigo -a, gato -a), marcados como sust. masc./fem., y aquellos que, sin relación con el referente, pueden presentar alternancias de género (blancor, dote) marcados como sust. masc. o fem.

1.8.1.3. En los adjetivos, marcamos entre corchetes el sustantivo al que se aplica cuando tiene un valor exclusivo:

rucio: [Caballería] que tiene el pelo de color mezclado de blanco y pardo claro.

1.8.1.4. En los verbos, expresamos siempre los argumentos (<sujeto> [objeto]). En los casos de verbos intransitivos que presentan usos transitivos (con acusativos internos o complementos intrínsecos) marcamos esta posibilidad entre paréntesis en el campo de la función, y en la definición se especifica también el objeto entre paréntesis:

altercar: verbo intrans./(trans.). Discutir <varias personas> violentamente ([algo]).

Paralelamente, marcamos como verbo trans./(intrans.) la función de aquellos verbos transitivos que presentan usos absolutos y, en este caso, con los corchetes entre paréntesis para indicar la posibilidad de la integración semántica del objeto:

beber: verbo trans./(intrans.). Tomar <una persona o un animal> ([)un líquido(]).

1.8.2. Las acepciones se han ordenado atendiendo a su valor semántico y funcional, desde los valores primarios a los derivados semántica o funcionalmente.

1.8.3. Las locuciones aparecen a continuación de los valores fundamentales, ordenadas de acuerdo con su función (locuciones sustantivas, adjetivas, adverbiales, prepositivas y conjuntivas, en este orden). Las locuciones verbales aparecen en último lugar.

Cuando un término forma parte de una expresión pluriverbal, se señala esta circunstancia y se citan los ejemplos correspondientes, pero su valor semántico se especifica en la ficha del lema considerado básico (cf. 1.1.4), al cual se remite.

1.8.4. En los términos y locuciones de otras lenguas (generalmente, del latín o del catalán) se da solo la equivalencia castellana (y tanto el lema como el significado se señalan en cursiva).

1.8.5. Se señalan también en este apartado las ocurrencias de cada una de las acepciones, así como su distribución en los cinco tipos de textos.

1.8.6. Para cada acepción, se citan cinco ejemplos; si es posible, uno de cada una de las cinco tipologías textuales consideradas.

1.8.7. Se citan las variantes léxicas de cada una de las acepciones, así como los sinónimos presentes en el corpus.


2. Las fichas onomásticas presentan los siguientes datos:

2.1. El lema. En los casos en que una misma forma identifica a referentes distintos, se trata de manera similar a los casos de homonimia del apartado del léxico, con una entrada para cada forma, diferenciadas con un superíndice.

2.2. No se analiza la etimología del término ni tampoco, en consecuencia, la familia etimológica. Solo se cita la fecha de primera documentación en nuestro corpus.

2.3. Si el término (o alguno de sus componentes en el caso de las palabras complejas) aparece en alguno de los diccionarios de Nebrija, que sí incluyen nombres propios en su primera edición, se reproduce la entrada correspondiente.

2.4. Se señalan los datos cuantitativos relacionados con la frecuencia del término y de sus variantes formales, así como de su distribución en los textos.

2.5. Para cada lema se proporciona, siempre que se ha podido localizar, una sucinta información enciclopédica. En ocasiones, sin embargo, solo se puede facilitar la información que deriva del propio texto en que aparece.

2.6. Finalmente, se citan cinco ejemplos, elegidos con criterios similares a los que se han aplicado para el léxico común.

 


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1  
El Grup d'Història i Contacte de Llengües (GHCL), reconocido y financiado como Grup de Recerca Consolidat por la DGR de la Generalitat de Catalunya (2005SGR01088 y 2009SGR2), ha realizado este diccionario gracias tambén a las ayudas PB981223, Bfff200200898, HUM2005048929 y FFI200803333/FILO del Programa Nacional de Promoción General del Conocimiento del Ministerio de Ciencia e Innovación.